Por Francisco Ordóñez Ordóñez *
Existe un “Bum” comercial en todos los medios de comunicación (radio, televisión, Facebook, twytter, tiendas virtuales y otras), respecto a la maravillosa fibra de “Bambú”: ecológica, natural, durable, suave e hipoalergénica. Sin embargo, no todo lo que ahí se describe es, en su totalidad, cierto.
La publicidad que se ha generado en torno a esta fibra maravillosa, hizo que se investigara si realmente las sábanas o prendas de vestir que, en muchos casos se comercializan, son 100% bambú natural. Lo que encontré es que, en muchos casos, se trata de viscosa, que comercialmente se maneja como “Viscosa de bambú”; por lo que, técnicamente, deja de ser una fibra natural.
1.- PLANTA DE BAMBÚ.
El bambú es una planta de la familia herbácea de las poáceas, que es muy dócil para su cultivo y mantenimiento, por lo que hay una gran variedad de ellas y crece en todos los continentes. En algunos casos, los bambúes llegan a medir menos de 1 m, pero en otros casos pueden crecer hasta 25 m.
2.- FIBRAS ARTIFICIALES.
Las fibras textiles artificiales son elaboradas por el hombre (por lo que no son naturales); éstas son fabricadas a partir de un insumo de origen natural (celulosa de las plantas, proteínas vegetales y animales). Ejemplos de fibras artificiales están las fibras: viscosa, acetato, modal, chitín, pla, lyocell, entre otras (nombres genéricos establecidos en la norma internacional ISO 2076). Es bueno señalar que, en la elaboración de gran parte de estás fibras, se utilizan químicos altamente contaminantes (hidróxido de sodio, amoniaco, sulfato de sodio, ácido acético y disulfuro de carbono, entre otros) y grandes volúmenes de agua, por lo que dejan de ser “Amables con el medio ambiente”.
3.- OBTENCIÓN DE LA FIBRA DE BAMBÚ.
Existen dos formas de obtención de fibra de bambú; de manera natural y de manera artificial (viscosa):
La manera natural es a través de un proceso mecánico, prácticamente artesanal. Se extraen de la planta fibras finas que conservan las propiedades que tanto se conocen, pues no existe una modificación química como tal. Su fabricación es demasiado cara.
Viscosa (la que más se comercializa). A través de un proceso químico, se obtiene una fibra hecha por el hombre, con propiedades muy diferentes a la fibra natural de bambú.
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